jueves, 12 de marzo de 2015

Hablando de Hablar

 ¿Por qué es necesario saber expresarte en público? ¿Podemos tener éxito en nuestra vida laboral sin dominar estas habilidades? ¿Cómo elimino esos nervios que impiden que ofrezca todo mi potencial?
Preguntas y más preguntas que debemos responder con una solución, a priori, que algunos creen mágica.

Hoy haremos una pequeña reflexión de cómo podemos mejorar nuestras habilidades comunicativas. Porque los que nos dedicamos a formar en comunicación verbal tenemos una idea clara en la cabeza: todos tenemos potencial y hay que relucir los puntos en los que destacamos.

En mis clases tenemos una premisa. Un tema clave. Debemos ser conscientes de nuestros defectos para convertirlos en nuestras mayores virtudes. No tratamos de erradicar las señas de identidad de un alumno, puesto que no buscamos papagayos, sino transformarlas en una característica que le otorgue valor añadido. Sabemos cómo hacerlo.

Pero no es una fórmula mágica. Nuestra metodología parte de la práctica y se enfoca en tres sentidos. Por un lado, es necesario conocer qué herramientas y recursos podemos utilizar; esta teoría se adquiere de una forma personal, práctica y en escucha activa. En un segundo plano, el análisis individual de cada alumno. Por último, una acción sucesiva de supuestos y ejercicios personalizados que conjugan tres ejes principales de nuestra formación: persuasión, lenguaje no verbal e improvisación.

Y nos dedicamos plenamente a esta labor. Esta es la hoja de ruta con la que conseguimos que nuestros alumnos acaben formados y no se parezcan entre ellos. Porque creemos, y es un principio rector en nuestra educación, en la creatividad e independencia del alumno.

Pablo López Reclusa

Socio de Usa la Palabra Formación S.L. 

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